Cartier es una marca reconocida a nivel internacional por su excelente calidad, con piezas de joyería fabricadas con materiales únicos que forman a los mejores relojes del mercado, garantizando la elegancia en cualquier oportunidad.
Cada modelo de reloj Cartier es diferente, ofreciendo sentimientos e historias singulares.
El nombre Cartier es un icono en lo que a relojería respecta. Su fama se debe principalmente al uso de los materiales más finos del mundo, entre ellos oro, oro blanco, diamantes y, por supuesto, acero inoxidable.
Estos elementos se unen para dar lugar a elegantes relojes conocidos por su durabilidad con el paso del tiempo.
A continuación, te hablaremos acerca de la evolución de los relojes Cartier para mujer desde el origen de la marca hasta el presente día, así como también mencionamos las posibles combinaciones que pueden realizarse.
Inicios de Cartier
A mediados del siglo XIX, Louis-Françios Cartier fue nombrado como encargado de un taller de joyas en Paris. Fue ahí cuando el nombre Cartier comenzó a resonar por las calles francesas como un maestro de la relojería.
Su éxito fue otorgado por lo destacado que era su trabajo entre clientes de las plazas reales europeas.
Entre estos notorios clientes, encontramos a la princesa Mathilde, sobrina de Napoleón, y la emperatriz Eugenia. Figuras reales legendarias de la historia europea portaron estas finas piezas de joyería para dama.
Muchos años después, Louis-Françios Cartier le entregó el mando de la marca a Alfred, su descendencia. Alfred tenía una visión más amplia que su padre, decidiendo expandir sus horizontes a otros países.
A finales del siglo XIX, la casa Cartier se encontraba laborando en Paris, Nueva York y Londres, al mando de los hijos de Alfred, nietos del fundador de la marca.
Notoriedad en la familia real
En Inglaterra, el negocio cautivó a muchos clientes de gran fama, en especial a la familia real. Para su coronación, el Príncipe de Gales solicitó un total de veintisiete diademas.
A partir de este histórico hecho para la marca, Jacques Cartier, el hijo de Alfred que representaba al negocio en Londres, fue asignado como el joyero oficial de la corte real.
Esto causó furor en el continente europeo, permitiéndole expandir la marca a las cortes de España, Portugal y Rusia, entre otros países.
Mientras esto sucedía como repercusión de la asociación de la marca con la corona inglesa, Louis Cartier, el hijo de Alfred que representaba a la empresa en Paris, diseñó un modelo único para el famoso aviador brasileño Santos Dumont.
Este modelo se caracterizó por ser el primer reloj para muñeca constituido por una correa de cuero. El reloj ganó tanta popularidad que comenzó a venderse para el público y se transformó en uno de los productos clásicos de Cartier.
Desde ese momento, la marca se ha encargado de innovar con respecto a la relojería, siendo los primeros en elaborar los relojes de pulsera con cierres articulados, permitiendo un uso mucho más práctico.
¿Cómo combinar a los relojes Cartier?
Los relojes de Cartier pueden ser combinados con cualquier pieza de vestir, pues su finura realzará la elegancia del atuendo que decidas llevar.
Ya sea que te diriges a una fiesta formal con un vestido de gala o vas a un encuentro casual matutino con jeans y camisa, un reloj Cartier en tu muñeca te hará destacar en el lugar.
Se recomienda utilizar accesorios metálicos, como correas, zarcillos, pulseras y collares que logren complementar el brillo de los materiales que constituyen al reloj.
Puedes utilizar tu creatividad y reunir las piezas de vestir con las que más te identifiques junto a este reloj. Todos contemplarán la autenticidad de tu personalidad con tan solo verte usando este reloj.
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